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ToggleDelitos de un administrador de fincas: la figura del administrador de fincas es cada vez más popular en las comunidades de vecinos. Muchas de ellas dejan las funciones y tareas relacionadas con el funcionamiento y el mantenimiento del edificio en manos de profesionales de este tipo. Y, aunque la gran mayoría de ellos suelen atender sus obligaciones con ética y buena voluntad, podemos encontrarnos con algunas personas que llegan a traspasar la línea de la legalidad.
La Ley de Propiedad Horizontal establece que cualquier propietario del inmueble puede ejercer las funciones de administrador de fincas, pero siempre es recomendable que este cargo sea ocupado por un profesional colegiado que esté sujeto a un código deontológico y que pueda ser sancionado en caso de incumplimiento de sus obligaciones.
El caso es que la responsabilidad penal, fiscal y administrativa existe en todos los ámbitos profesionales y el caso de la administración de fincas no podía ser una excepción. Y hay muchas comunidades de propietarios que han delegado la realización de una serie de tareas en las que las actuaciones del administrador de fincas han podido traer consigo graves consecuencias legales, económicas, administrativas y de convivencia para los propietarios.
La responsabilidad civil profesional de un administrador hace referencia a aquella que se le atribuye a estos profesionales cuando ejercen su actividad. Si incurren en una actuación ilegal o en una infracción legal tienen la obligación de responder frente a la justicia, ya que pueden estar causando un grave perjuicio a las comunidades de propietarios a las que atienden. La responsabilidad civil tiene por objetivo reparar el daño, centrándose en la obligación de indemnizar.
Eso sí, para que este tipo de demandas prosperen, al culpa o negligencia del administrador tienen que haber ocasionados unos daños a la comunidad que se hayan derivado del incumplimiento de sus funciones, es decir, tienen que estar relacionados con la acción u omisión del administrador de fincas, una negligencia, un daño o perjuicio relativo o un resultado dañino.
En el caso de que se demuestre que realmente se han dado estas circunstancias, el seguro de responsabilidad civil contratado a través del Colegio Profesional tendrá que ocuparse del pago de las indemnizaciones que se deriven de las reclamaciones por los perjuicios causados en el desempeño de sus funciones.
La conducta delictiva de un administrador de fincas puede materializarse en acciones, hechos u omisiones como el intrusismo, la administración desleal, la apropiación indebida, las imprudencias profesionales, la falsedad documental y la corrupción entre particulares.
Lamentablemente, el pago de comisiones a un administrador en perjuicio de otro y la contratación de los servicios de un profesional en lugar de otro por la obtención de incentivos ilegales ha sido una práctica bastante frecuente durante muchos años hasta que fue incluida en el Código Penal. Y es que estas prácticas corruptas no solamente afectan a la comunidad, sino también al libre mercado y al resto de administradores.
Esta semana ya nos han solicitado 45 presupuestos de casos legales
Y ya hemos resuelto 35 casos por la vía extra judicial y judicial