Dónde impugnar acta comunidad: el art. 18 de la Ley de Propiedad Horizontal recoge que los dueños de las viviendas y locales tienen derecho a reclamar en la junta de propietarios en aquellas ocasiones en las que no están contentos con algo que se haya acordado y realizar la impugnación de los acuerdos o actas de la comunidad de vecinos en base a tres fundamentos existentes: cuando contradigan la ley o a los estatutos de la comunidad, cuando resulten nocivos para los intereses de la comunidad pero favorables a uno o varios vecinos y cuando damnifiquen a algún propietario que no esté obligado legalmente a soportarlo o que se hayan acordado con abuso de derecho.
Por otra parte, si en el momento de anunciar o, en su caso, celebrar la Junta de Propietarios, la Comunidad ha podido infringir lo dispuesto en la LPH (referencia de la convocatoria en el plazo legalmente marcado, citación de todos los propietarios, celebración en tiempo y forma), puede que tenga que exigirse la invalidación de la Junta por completo. Con la finalidad de que un Juez, en caso de valorarlo procedente, manifieste inválida la polémica Junta de Propietarios; esto es, como si nunca se hubiese efectuado.
Si no estás contento con alguna de las decisiones que se han adoptado en una junta de vecinos sin importar los motivos que hemos manifestado, puedes realizar todo el proceso con el consejo y el apoyo de nuestra empresa. Somos un gran equipo de abogados expertos en la Ley de Propiedad Horizontal y en comunidades de propietarios. Profesionales con una magnífica formación y una experiencia de más de 10 años llevando este tipo de asuntos, lo que siempre es garantía de victoria.
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Pudiendo hacerlo los vecinos que, por cualquier causa, hayan estado ausente de la convocatoria, aquellos que hubiesen salvado su voto en la junta o los que hayan sido desposeídos de su derecho a voto de forma ilegal, siempre que estén al al día en los pagos. Todos ellos cuentan con un plazo de tres meses, salvo que se trate de acuerdos contrarios a la ley o a los estatutos, en cuyo caso el plazo es de un año. Si ningún propietario impugna los convenios en intervalos de tiempo, el pacto quedará ratificado.
Si alguna vez no has podido asistir a una reunión y te has informado de los acuerdos por medio de la información publicada en el tablón de anuncios o por la copia del acta echada en tu buzón, puede que se hayan tomado acuerdos que te incumben y con las que no estás contento.
El proceso correcto para la impugnación de acuerdos o actas de una comunidad de propietarios es mediante juicio ordinario siempre que la reclamación no tenga que ver exclusivamente con requerimientos de cantidad, en cuyo caso deberá gestionarse a través del procedimiento que sea oportuno. Se deberá poner un escrito en el juzgado de primera instancia que corresponda. Para lo cual hace falta un abogado y un procurador. Se preparará la demanda en juicio declarativo ordinario, fojando la fecha de la convocatoria de la junta de propietarios, explicando los sucesos y agregando evidencias de que se es propietario de la comunidad mediante un duplicado de la nota simple de registro. Todo ello tendrá que ir firmado por el abogado y por el procurador.
Las comunidades de propietarios acostumbran a plantear problemas de funcionamiento relacionados con conflictos de intereses entre los diferentes vecinos. Enfrentamientos que pueden tener que ver con la aplicación o interpretación de lo que hay reflejado en la LPH, como la decisión de afrontar una derrama, dudas sobre los estatutos, la ejecución de obras o retauraciones en el edificios, la distribución de los presupuestos, la reclamación de un procedimiento monitorio, las desigualdades de criterios en la lista de los gastos anuales, los cambios en la administración y un largo etcétera.
Podemos ayudarte con cualquier cuestión relacionada con disputas entre los comuneros de un edificio. Tanto si eres tú el que quiere realizar la impugnación de los acuerdos y actas de la comunidad de propietarios como si eres parte demandada y requieres defensa legal para afrontar la situación.
Sabemos que este tipo de casos no resultan nada agradables para ninguna persona y que hay muchas dudas que pueden surgir a lo largo del proceso. Nosotros nos ocupamos de todas las gestiones para que puedas quedarte tranquilo y evitarte mucho tiempo en trámites. De esta forma, podrás resolver el problema lo antes posible y evitar que se extienda en el tiempo, generando tensiones y mal ambiente dentro de la comunidad de vecinos.
¿Necesitas un abogado para impugnar un pacto o un acta? ¿Tienes alguna duda sobre tus derechos y obligaciones en la comunidad? ¿Tienes diferencias con algún vecino y prefieres intentar buscar una solución amistosa que terminar en los tribunales? Contacta con Vecindia y te ayudaremos a solucionarlo.
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La figura del administrador de fincas es cada vez más popular en las comunidades de vecinos. Muchas de ellas dejan las funciones y tareas relacionadas con el funcionamiento y el mantenimiento del edificio en manos de profesionales de este tipo. Y, aunque la gran mayoría de ellos suelen atender sus obligaciones con ética y buena voluntad, podemos encontrarnos con algunas personas que llegan a traspasar la línea de la legalidad.
No cabe duda de que los gastos que conlleva la limpieza y el mantenimiento de la comunidad de vecinos supone un gran esfuerzo para las economías familiares. Gastos que son obligatorios y a los que deben contribuir todos los propietarios, fijándose en base a la obligatoriedad de mantener las zonas comunes en perfectas condiciones, tal como establece el art. 9 de la Ley de Propiedad Horizontal sobre la limpieza de la escalera.
En la actualidad, son muchos los que, por falta de tiempo, deciden dejar en manos de una inmobiliaria el trabajo de buscarles la vivienda que están buscando y de formalizar el trato, tanto cuando se trata de un alquiler como de una venta. De manera que el agente actúa como intermediario entre el que quiere comprar o arrendar una casa y el propietario.
Cómo reclamar cláusula suelo al banco: la cláusula suelo es un punto del contrato hipotecario que afectaba a las hipotecas de tipo variable y fijaba un tipo de interés mínimo a aplicar. Si al calcular la cuota, el tipo de interés que salía es más bajo que el de la cláusula, el banco te cobraba una cuota al interés que se fijaba en el contrato. Debido a esta pequeña cláusula, la entidad aseguraba que los tipos de interés que pagaría el cliente a lo largo de la vida del préstamo no serían inferiores a determinado porcentaje.
