Denunciar una obra ilegal de forma anónima
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Vivir en comunidad de propietarios no es fácil, pero si cada persona pone un poco de su parte, es posible conseguir que la convivencia sea agradable y tranquila. La cuestión es que siempre hay vecinos dispuestos a dar la nota discordante y a molestar a los demás con sus ruidos.
Si tienes un vecino ruidoso que no te deja descansar, seguro que ya se te ha pasado por la cabeza la posibilidad de poner interponer una demanda. El ruido puede producir graves problemas de salud. Perturbaciones del sueño, hipertensión y problemas auditivos son algunos de los efectos perjudiciales que puede tener en la salud de las personas que se encuentran expuestas de manera continuada a ruidos fuertes. Pudiendo dar lugar también a alteraciones de la conducta, como una mayor tendencia a la soledad.
Debes saber que nadie tiene por qué soportar este tipo de situaciones, ya que el nivel de ruido permitido se encuentra regulado y existen unos límites que, de excederse, pudiendo acarrear graves sanciones económicas de hasta 300.000 euros e incluso penas de cárcel según el artículo 325 del Código Penal, en función de la ordenanza que impere en cada caso.
Las denuncias por ruidos son de las más habituales en las comunidades de propietarios, pero para que el proceso llegue a buen puerto, es necesario que el ruido se realice en horas no permitidas por la normativa municipal y debe exceder los límites de decibelios fijados. Estos niveles corresponden a la franja horaria de noche, más restrictiva y que suele abarcar de las 23.00 a las 7.00 horas.
Por eso, antes de poner una denuncia por ruidos molestos de vecinos, es importante contratar los servicios de una empresa de acreditación para que realice la medición de los niveles de ruido a través de un sonómetro. De esta manera, podremos comprobar si se superan los niveles permitidos y emitir un informe que avale la demanda.
Lo primero que debes hacer es intentar solucionar el problema a través del diálogo. Intenta hablar con el vecino en cuestión para llegar a un acuerdo. Una vez agotada la vía amistosa, si el problema persiste, el siguiente paso es trasladar la queja a la comunidad de propietarios para que el presidente convoque una reunión donde pueda tratarse el conflicto.
Si la comunidad no ofrece ninguna solución, sólo nos queda poner una denuncia en el juzgado, que deberás acompañar con el informe de la empresa de valoración de ruidos o de la Policía Local y con cualquier otro tipo de prueba que demuestre la gravedad del asunto.
El Juez podrá acordar, con carácter cautelar, el cese inmediato de la actividad prohibida, bajo el apercibimiento de incurrir en un delito de desobediencia. Podrá adoptar cuantas medidas cautelares sean necesarias para garantizar la eficacia de la orden, amparada por el art. 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal.
En función de la legislación municipal, el importe de la sanción puede variar. Por ejemplo, en la ciudad de Madrid las sanciones pueden ser de 750 euros para las faltas leves, cuando se superan los 4 decibelios permitidos; de 1.500 euros para faltas graves, cuando se superan entre 4 y 7 decibelios de lo permitido; y de 3.000 euros para faltas muy graves, cuando se exceden los 7 decibelios.
La jurisprudencia favorable a los afectados es muy amplia siempre que la vulneración de la legalidad quede acreditada con mediciones de ruido, denuncias administrativas, etc. Por eso, es imprescindible contratar a un abogado que nos represente durante el proceso. Si tienes problemas de ruido con tus vecinos, no dudes en reivindicar la restauración de los derechos que te pertenecen por Ley.
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