Cómo hacer un cambio de uso de local a vivienda: la licencia de cambio de uso de local a vivienda se ha convertido en una solución muy popular entre aquellas personas que quieren vivir en el centro de las ciudades por un precio más asequible o que poseen una propiedad de la que quieren obtener una mayor rentabilidad. Y es que en grandes ciudades como Barcelona o Madrid la demanda de alquiler es muy alta y la oferta escasa. Por eso, no es extraño que el cambio de uso a vivienda también se está consolidando como un producto muy atractivo para inversores.
Puede realizarse en locales, oficinas y almacenes, pero debes tener en cuenta que no es algo tan sencillo como en un principio pudiera parecer, sino que es necesario reunir una serie de requisitos si queremos obtener el permiso del Ayuntamiento. Pero además, debes saber que no siempre es viable debido a las propias características del inmueble.
La licencia de cambio de uso de local a vivienda consiste en modificar de manera permanente la función habitual del inmueble. Convertir un local en vivienda obliga a solicitar dicha licencia. De lo contrario, nadie podrá empadronarse en la dirección del inmueble ni contar con la cédula de habitabilidad, lo que impide contratar los suministros y servicios esenciales, como el agua, la electricidad o el gas.
Con lo cual, cuando se realiza un cambio de uso de local a vivienda, es absolutamente indispensable disponer de una licencia que certifique la modificación de utilidad de la propiedad. Únicamente de esta manera es posible disfrutar de la condición de vivienda a efectos legales.
Los requisitos y trámites que deben seguirse a la hora de hacer un cambio de uso de local a vivienda son los siguientes:
Lo primero que tenemos que comprobar es si es viable convertir un determinado local en vivienda. Para ello, tendremos que pedir a la Administración un informe de compatibilidad urbanística. Un trámite que suele tardar entre 15 y 30 días y que conlleva el pago de una tasa. No obstante, antes de hacerlo, conviene echar un vistazo a la normativa urbanística del Ayuntamiento para asegurarnos de que el local cumple con los requisitos para poder llevar a cabo el proyecto y, de esta forma, evitar perder tiempo y dinero en caso de que no sea posible.
Si el Ayuntamiento nos ha dado el permiso para realizar el cambio de uso del inmueble, es el momento de informar a la Comunidad de Propietarios. Es recomendable que antes de iniciar todo los trámites, incluyendo la petición del informe de compatibilidad urbanística, revisemos los Estatutos y el Título Constitutivo de la Comunidad para saber si existe alguna restricción o prohibición sobre los cambios de uso. De lo contrario, podríamos encontrarnos con que la comunidad puede denunciarnos e impedirnos obtener la licencia.
Para ejecutar la obra, es necesario disponer de un proyecto de adaptación de local a vivienda confeccionado por un arquitecto técnico especializado y que deberemos presentar para conseguir la licencia de obras, ya sea mayor o menor. Además, tendremos que presentar un proyecto de gestión de residuos y un estudio de seguridad y salud laboral, elaborados también por técnicos especializados.
Del mismo modo que sucede con todas las licencias urbanísticas, la solicitud de las mismas debe llevarse a cabo antes de hacer nada. Por este motivo, tenemos que pedirla antes de implantar el nuevo uso. De lo contrario, podemos ser sancionados por la Administración y no conseguiremos la cédula de habitabilidad porque no estará considerada como tal. Para ello, necesitamos un proyecto técnico de cambio de uso donde se refleje la edificación existente y el cambio de uso que queremos realizar.
Cuando hayamos obtenido las licencias administrativas y las obras hayan finalizado, tendremos que solicitar la cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación. Un documento que certifica que la obra que hemos llevado a cabo coincide exactamente con lo autorizado. Cuando obtengamos la licencia, ya será posible empadronarse en el inmueble y contratar los servicios y suministros esenciales para la vivienda.
Cuando hayamos concluido con los trámites administrativos, es el momento de acudir al notario para que nos conceda la escritura del cambio de uso. Esta escritura debe ser inscrita en el Registro de la Propiedad con el objetivo de que se modifique la condición del inmueble y desde entonces conste como vivienda. Del mismo modo debe procederse al cambio de uso en el Catastro, de manera que empiece a aplicarse el IBI que le corresponde como vivienda.
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