Modelo de contrato de arrendamiento con la nueva ley

Modelo de contrato de arrendamiento con la nueva ley

El pasado 19 de diciembre de 2018 entró en vigor la nueva ley de alquiler que ha cambiado parcialmente la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Sin embargo, debes saber que la reforma ha sido tumbada por el Congreso, por lo que realmente es como si nunca hubiera existido.

Esto significa que, actualmente, la anterior legislación elaborada por el PP en el año 2013 sigue teniendo vigencia. De manera que los contratos que se firmen deben basarse en esta ley y no en la del 19 de diciembre.

Eso sí, los contratos de alquiler que han sido firmados bajo la reforma de 2018 del Gobierno del PSOE seguirán teniendo vigencia. Será de plena validez y debe respetarse la voluntad de las partes. Lo único que no se mantendrá son los plazos de prórroga forzosa para el arrendador y la voluntad del inquilino de permanecer 3 años en la vivienda o local. Además, la tácita reconducción será anual.

• Si el contrato de arrendamiento se firma por un periodo de 1 a 3 años, estará regulado por la Ley de 2013, es decir, tendrán 3 años de prórroga forzosa y una tácita reconducción de 1 año.
• Pero, si el contrato se firma por un periodo de 5 a 7 años, quedará inalterado, ya que es voluntad de ambas partes. Eso sí, la tácita reconducción que, con la reforma actual, se encuentra fijada en 3 años, se reducirá a 1 año, tal y como se regula en la reforma de 2013 del Gobierno del PP.

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¿Cómo rellenar el modelo del contrato de arrendamiento de vivienda?

Aquí puedes descargar el modelo de contrato de arrendamiento (en word) con los cambios normativos del 22 de enero de 2019. Un modelo para particulares prorrogable hasta 3 años. En él se incluyen las cláusulas que, por cualquier motivo, son susceptibles de cambo en función de las necesidades y circunstancias de cada persona. El resto son invariables.
 

Cláusulas modelo de contrato de arrendamiento

• Expositivo primero: en este modelo de contrato de arrendamiento de vivienda aparece como arrendador el propietario de la misma, ya que suele ser lo más normal. Por lo general, el arrendador es la persona que alquila la vivienda que tiene en propiedad y por lo que percibe una renta, pero puede ser una persona distinta al propietario. Por eso, en el contrato es posible poner a otra persona que tenga la posibilidad de ceder la vivienda al inquilino como arrendador.
• Estipulación segunda: en este apartado se incluye una cláusula de indemnización a favor del arrendador si el inquilino decide romper el contrato antes de que hayan transcurrido 6 meses, tal y como permite el art. 11 LAU. Si eres arrendador y no deseas recibir indemnización, la legislación vigente permite no incluir esta cláusula, por lo que puede eliminarse. Si la eliminas, recuerda cambiar la numeración de las estipulaciones posteriores. Lo que no se puede es incrementar la indemnización que puede exigirse al arrendatario.
• Estipulación quinta: en este modelo también se hace referencia a la actualización de la renta en base al aumento del IPC. Aunque puede optarse por no actualizar la renta mientras dure el contrato, lo habitual es hacerlo.
• Estipulación sexta: dentro de este modelo de contrato de arrendamiento se da por hecho que los gastos de la comunidad corren a cargo del propietario y no del inquilino. No obstante, si se pacta otra cosa, deberá cambiarse esta cláusula.
• Estipulación séptima: también se da por hecho que el IBI lo paga el arrendador, pero puede establecerse que lo pague el inquilino.
• Estipulación décimo tercera: en el modelo se incluyen dos cláusulas de penalización a favor del propietario que son bastante lógicas, pero pueden suprimirse si así se desea.
• Estipulación décimo octava: se contempla que no hay garantías adicionales, además de la fianza, pero pueden establecerse si se pacta entre ambas partes, siendo habitual el «depósito adicional».

En Vecindia estamos de acuerdo en que este modelo de contrato de arrendamiento de vivienda es bastante completo y en que hay cláusulas que no es necesario poner por escrito en el mismo pero que se aplican igualmente por ley. No obstante, pensamos que es mejor que estén a que no estén porque a nivel psicológico vinculan con mayor fuerza a ambas partes y se sabe mejor cómo va a regularse la relación de arrendamiento.