Si quieres alquilar un hogar o un local comercial y estás inquieto por los posibles incumplimientos que puedan afectar a tus derechos como propietario, no dudes en contactar con Vecindia. Nuestro gran equipo de abogados expertos en arrendamientos redactarán un contrato de alquiler en base a tus requerimientos, de forma que la efectividad de la relación arrendaticia esté siempre garantizada ante cualquier incumplimiento de la parte contraria y tus derechos estén resguardados desde el punto de vista legal.
Si por el contrario, eres tú el arrendatario y vas a alquilar una casa y el propietario te presenta un contrato de arrendamiento que te plantea ciertas discrepancias por la redacción o la interpretación de determinadas cláusulas, también podrás llamar a los abogados de Vecindia tanto para que hagamos una revisión del mismo o resuelvan todas las dudas que te puedan surgir. De modo que puedas saber cuáles son tus derechos y obligaciones contractuales como arrendatario.
Además, también nos encargamos de todas aquellas notificaciones, comunicaciones o incidencias que tengan que ver con la relación arrendaticia, como prórrogas, actualizaciones de renta, entregas de llaves, notificación de fin de contrato, traspasos, subarriendos y cesiones de contrato.
En el caso de que se ocasionen incumplimientos en las relaciones entre ambas partes, como reformas sin consentimiento, impago de rentas o desatención del plazo de finalización del contrato es importante actuar rápidamente para impedir que el problema se estanque y se termine prolongando en el tiempo. Nuestro equipo de especialistas en contratos de arrendamiento de inmuebles reaccionará con urgencia y contundencia en defensa de tus derechos, primero localizando una solución al conflicto sin llegar a los juzgados y si no es posible, realizando los procedimientos judiciales para proteger tus intereses.
Entendemos las necesidades de nuestros casos y que no son todas iguales, por eso nos ocupamos de nuestros proyectos de manera personalizada, con mimo, rapidez y a un precio para todos, no sólo en el ámbito legal, sino también en el de los servicios profesionales, para que no tengas que preocupar de nada.
Aunque hay otro tipo de contratos de arrendamiento como el de los alquileres rústicos o de servicios, lo cierto es que los contratos de arrendamiento de vivienda son los más conocidos y habituales. Teniendo estos una regulación particular que depende de la fecha de la firma de contrato. La normativa básica se ubica en la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de arrendamientos urbanos y en el Decreto 4104/1946 de 24 de diciembre, siendo esta última la que se utiliza a todos aquellos contratos que hayan sido firmados antes del mes de mayo de 1985.
La cuestión es que la problemática que puede proceder de este tipo de arrendamientos es muy diversidad, teniendo singular importancia el Derecho transitorio y puede incluir cuestiones tan diferentes y polémicas como la ley aplicable a un contrato en concreto, los subarriendos, las subrogaciones inter vivos o por causa de fallecimiento, las actualizaciones de renta antigua, la duración mínima del contrato, las consecuencias por obras o los deberes y derechos del arrendatario y del arrendador.
Entre los problemas más comunes que suelen haber en los contratos de arrendamiento de vivienda se encuentra el impago del alquiler que, casi siempre lleva al desahucio. Pero también hay otras causas por los que el inquilino puede ser desahuciado como el subarriendo o cesión sin consentimiento, la necesidad del inmueble por parte del arrendador para sí mismo o para un familiar, por cambios de finalidad del inmueble, la ejecución de actividades perjudiciales o peligrosas o simplemente el no cumplimiento de alguna cláusula del contrato. En el caso del arrendatario, éste puede rescindir el contrato de alquiler sin el arrendador no desarrolla las obras de mantenimiento necesarias, debido a las perturbaciones que realice el arrendador en el uso de la vivienda y por la pérdida de la finca o su declaración como ruina.
En todos estos supuestos en los que halla problemas en un contrato de arrendamiento de inmueble, siempre es aconsejable llamar a un abogado con mucha experiencia en arrendamientos para que nos ofrezca el asesoramiento pertinente y nos ayude hallar la mejor solución en cada caso. El equipo de letrados de Vecindia estará entusiasmado de ayudarte a resolver cualquier problema que pueda surgir y a resolver todas tus dudas.
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Cuándo se considera moroso en una comunidad. La Ley de Propiedad Horizontal, recoge en su artículo 9.1e) que es obligación de cada propietario, contribuir, con arreglo a la cuota de participación fijada en el título o a lo especialmente establecido, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de individualización.
El administrador de fincas es una figura muy importante dentro de las comunidades de propietarios, ya que se encarga de llevar a cabo una gran cantidad de trámites económicos y jurídicos y de estar a disposición de los comuneros ante cualquier problema o duda que pueda surgir. Es el que lleva todos los asuntos y gestiones destinadas a velar y a potenciar los intereses de la comunidad.
La recogida de basuras es un tema que está a la orden del día en las Comunidades de Propietarios. Cada municipio y cada Comunidad Autónoma tiene su propia normativa al respecto, pero es la propia Comunidad de Propietarios, la que finalmente ha de establecer unos protocolos o reglas para adaptarse a las exigencias de gestión de residuos.
Funciones del administrador en propiedad horizontal. Para conocer las funciones que por Ley ostenta el Administrador de Fincas, debemos acudir al artículo 20 de la LPH, el cual resuelve las responsabilidades más básicas que se le atribuyen. No obstante, en su apartado f) resulta esclarecedor que la propia norma plantea ponderar el acuerdo entre las partes. Esto quiere decir que, entre la junta de propietarios y el administrador, existe una relación contractual de prestación de servicios. Este documento, conforme a la libertad de pactos, (Artículo 1225 CC.) permite configurar los acuerdos de modo flexible, adaptándolos a las necesidades que estimen las partes.
